martes, 17 de abril de 2018

CONSECUENCIAS.


Más que un punto de partida, Bandung es un eje entre la fase asiática y la fase africana de esta descolonizaciòn. La conferencia marca una, aceleración de la historia de la independencia de los pueblos africanos, sólo el año 1960 verá cómo se liberan del yugo colonial al menos 17 pueblos. La no alineación y el neutralismo son los grandes principios que surgen de la conferencia.


LA CONFERENCIA DE BANDUNGLa conferencia de Bandung fue una reunión realizada en Indonesia, en abril de 1955, en la que participaron varias naciones Asiáticas y Africanas. fue organizada por Gamal Presidente de Egipto, Jawaharlal Nehru, de India y Sukarno, jefe de estado de Indonesia y su principal promotor quien además fungió como anfitrión. Contó además con el apoyo inicial de los líderes de Pakistán, Birmania y Ceilán.
Fue una conferencia trascendental para el desarrollo multifacético de los países afroasiáticos recién independizados de sus antiguas metrópolis ya que su objetivo primordial era establecer cooperación económica y cultural entre ellos.
Se realizó durante los años de la Guerra Fría entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, con el interés de mantenerse al margen de las superpotencias y obtener vías para alcanzar el bienestar de sus pueblos y la paz mundial con opciones que no necesariamente siguieran la lógica bipolar de la época por lo que en Bandung surgió el concepto de "Tercer Mundo".
La Conferencia se organizó en tres comisiones de trabajo: una política, una económica y una cultural. El comunicado final elaborado por los participantes recogió las conclusiones de la conferencia sobre cooperación económica, cooperación cultural, derechos del hombre, autodeterminación, problemas de los pueblos dependientes, la promoción de la paz y la cooperación mundiales con los principios de la coexistencia pacífica, así como una condena a la discriminación racial y a la radioactividad.
Principios de la Conferencia de Bandung            
Al final de la Conferencia, los delegados aprobaron una declaración de diez puntos conocida como: Los Diez Principios de Bandung, que establecen:
1. Respeto por los derechos fundamentales del hombre y para los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
2. Respeto para la soberanía y la integridad territorial de todas las naciones.
3. Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y de todas las naciones, grandes y pequeñas.
4. Abstención de intervenciones o interferencia en los asuntos internos de otros países.
5. Respeto al derecho de toda nación a defenderse por sí sola o en colaboración con otros Estados, en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
6. Abstención de participar en acuerdos de defensa colectiva con vistas a favorecer los intereses particulares de una de las grandes potencias y Abstención por parte de todo país a ejercitar presión sobre otros países.
7. Abstención de actos o de amenaza de agresión y del uso de la fuerza en los cotejos de la integridad territorial o de independencia política de cualquier país.
8. Composición de todas las vertientes internacionales con medios pacíficos, como tratados, conciliaciones, arbitraje o composición judicial, así como también con otros medios pacíficos, según la libre selección de las partes en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
9. Promoción del interés y de la cooperación recíproca.
10. Respeto por la justicia y las obligaciones internacionales.
Países que participaron: 
Afganistán, Arabia Saudita, Camboya , Ceilán, China, Chipre, Egipto, Etiopía, Filipinas, India, Indonesia, Irán, Iraq, Japón, Jordania, Laos, Líbano, Liberia, Libia, Nepal, Pakistán, Siria, Sudán, Tailandia, Turquía, Vietnam del norte, Vietnam del sur y Yemen.
Resultados de dicha conferencia:
Supuso un momento clave en el proceso de descolonización y en el intento de emancipación del Tercer Mundo.
En el terreno de las relaciones internacionales fue el origen del Movimiento de los Países no Alineados.
Dio respuesta a la necesidad de encausar la modernización económica de los países participantes para llegar al desarrollo y mejorar la pobreza de sus habitantes.
Abrió el camino hacia la creación de bancos nacionales, la mejora en los precios internacionales de las materias primas, el fin del monopolio de fletes por parte de las compañías extranjeras y sobre todo la cooperación entre las naciones asiáticas y africanas en una alianza neutral de Estados  Independientes.  

EL TERCER MUNDO: El Tercer Mundo es el conjunto de países menos desarrollados y se sitúan, con muy  pocas excepciones, en el sur del planeta, por eso con frecuencia se habla del diálogo Norte sur como algo necesario, el norte representa a los países desarrollados. 
Éste, que agruparía criterios económicos, sociales, históricos y políticos, y al que todos los autores coinciden en situar geográficamente en aquellas zonas menos desarrolladas de Iberoamérica, África, Asia y Oceanía, se distinguiría por estar sometido a un dominio político y una dependencia económica del mundo capitalista desarrollado. Es decir, subdesarrollo junto a neocolonialismo, o lo que es lo mismo, la dependencia tanto económica como social que desde su independencia han sufrido los países descolonizados. Su sistema económico y, por ello, su sistema político y social, han sido y siguen siendo dirigidos por las potencias mundiales: es la “dependencia tras la independencia”. 
Desde su independencia, surgió entre los estados afroasiáticos la necesidad de constituir un grupo de presión coherente frente al bipolarismo impuesto por los EE.UU. y la URSS, que evitase los enfrentamientos y propiciara el reconocimiento de igualdad de derechos y libertades para todos los estados; así, la ya citada “Conferencia Afroasiática de Bandung” (1955) marcó la entrada en el escenario internacional de esas naciones recientemente emancipadas, marcando un hito importante de la descolonización y del nacimiento del “Tercer Mundo”. Recogiendo su herencia, en 1960 aparecería el “Movimiento de los Países No Alineados”, alternativa válida al imperante alineamiento mundial en uno de los dos bloques hegemónicos.
Ya en la década de los 80, con el retroceso del comunismo en todo el mundo, el movimiento de los Países No Alineados se había consumido, con lo que las condiciones del Tercer Mundo, hasta entonces de alguna manera más amparado por los planteamientos de corte soviético, empeoraron notablemente. Además de la preocupación por encontrar un modelo político estable y adaptado a las necesidades de cada pueblo, los países del “Tercer Mundo” se encontraron con el tremendo desafío de superar su endémico subdesarrollo económico. Y es que, a pesar de los esfuerzos, la evolución económica de estos países ha sido en gran medida negativa, incrementándose la distancia que los separa de los países ricos, todo ello como consecuencia de varios factores:
-Alto crecimiento demográfico. La mejora de la sanidad, la erradicación de muchas enfermedades y la disminución de la mortalidad han incidido sobre una alta natalidad, lo que, al no aplicarse métodos de control de la natalidad, ha desembocado en un alto  crecimiento demográfico que agrava los problemas al hacerse necesarios más alimentos y productos.
-Carencia de medios técnicos e infraestructuras. Estos países parten además de la carencia de cualquier preparación técnica, debiendo importar y aprender a utilizar complejos equipos productivos, lo que aumenta su dependencia y endeudamiento con el mundo industrializado, que explota sus recursos “expropiándoles” su riqueza.
-Armamento. En contradicción con lo anteriormente dicho, estos países subdesarrollados gastan cantidades enormes de dinero en sofisticado armamento que proporciona saneados beneficios a los países industriales, agravándose con ello su situación económica y política.
-Deuda exterior. Además, la ayuda económica prestada por diversos fondos internacionales o bancos privados suponen un incremento de sus recursos monetarios, pero al mismo tiempo una mayor dependencia puesto que deben devolver lo prestado con intereses. Actualmente, ante la imposibilidad de pagar, los países subdesarrollados piden la negociación política.
- Diversa evolución, pudiéndose establecer 4 grupos de desarrollo en estos países: - Países productores de petróleo, que a pesar de las deficiencias han mejorado su nivel económico general (Arabia Saudí, Irán, Kuwait).
Países en vías de desarrollo, que gracias al colectivismo o al capitalismo han logrado un incipiente desarrollo industrial (China, Singapur, Sudáfrica). 
Países dependientes, con un brusco deterioro económico, reducción de la producción, inflación galopante y enorme deuda externa (Argentina,  México, Perú). Y finalmente, los países subdesarrollados a todos los niveles, dependientes de la caridad internacional, que padecen hambrunas crónicas, y que se han dado en llamar “Cuarto Mundo” (Etiopía, Chad, Sudán, Haití, Bangladesh, Laos). Lo más triste y doloroso es comprobar cómo el Tercer Mundo no sólo no ofrece visos de mejorar y evolucionar sino que, más bien, se aprecia todo lo contrario y va abriéndose cada vez más y más el abismo ya existente entre nosotros, los ricos, y ellos, los pobres.


EL SUBDESARROLLO: El mundo subdesarrollado, donde indudablemente también existen categorías y escalas, ha recibido denominaciones diversas, aunque la que ha alcanzado un mayor consenso ha sido la creada por el demógrafo francés Alfred Sauvy de Tercer Mundo, por oposición al mundo desarrollado capitalista y a su análogo socialista. En la actualidad Tercer Mundo y tercermundista son sinónimos de grado de desarrollo inferior al de los países industrializados del norte; el conjunto de países que entraría en esta definición reúnen una serie de características: una renta per cápita baja, bajo consumo de energía por habitante, falta de alimentos, alto índice de crecimiento demográfico, alto porcentaje de analfabetismo, atraso tecnológico, grandes diferencias internas de riquezas, existencias de una “economía dual”, es decir, persistencia de una economía de subsistencia mientras se desarrolla una economía de mercado bajo el control de la antigua metrópoli u otro país desarrollado. Así los nuevos países corren el peligro de pasar de un colonialismo a un neocolonialismo. Existe, sin duda, un submundo dentro del Tercer Mundo y un mundo desarrollado dentro del subdesarrollado. Los países subdesarrollados los encontramos en el África Negra, en Asia y en América. Ahora bien no todos los países son iguales, las diferencias entre ellos son enormes y no todos tienen las mismas posibilidades de salir del subdesarrollo.
Contra el subdesarrollo: aumentar los recursos para crear un desarrollo sostenible. 
 Esto es imposible sin ahorro interno e inversiones, para que esto se produzca es necesaria la participación de los países del norte que pueden actuar de diversas maneras:
 1. Cancelando la deuda que todos estos países tienen con los desarrollados, la deuda es el gran cáncer que se come los recursos de estos países.
2. Fijar ayudas desinteresadas que fomenten en estos países el desarrollo industrial, ayudas que no tengan que pagarse después y con unos intereses altos.
3. Fijar precios estables para las materias primas (principal fuente de ingresos de los países subdesarrollados) para que estos países cuenten con ingresos estables.
4. Concienciar a la población para que lleve un nivel de vida más austero y se evite entrar en una espiral consumista, con lo que se ahorrarían las familias se podrían crear escuelas y hospitales en África, América, Asia...
5. Potenciar la labor de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que ayudan a estos pueblos (Medicus Mundi, Ayuda en Acción, Médicos del Mundo, Intermón, Cáritas...). 6. Potenciar la campaña de ceder a estos pueblos el 0,7 % del presupuesto del Estado para la ayuda al desarrollo, y después del 0´7 elevar el cupo.
2. Contra la superpoblación: lucha contra la natalidad
La lucha contra la natalidad es un requisito indispensable para eliminar el subdesarrollo. Cuanta más población habrá menos recursos y disminuirá la renta per capita. Para no hipotecar el futuro es necesario una política antinatalista no coactiva (a la fuerza no se consigue nada); en China se ha conseguido reducir drásticamente la natalidad, pero los métodos han sido coactivos: se prohíbe tener más de un hijo a la población que vive en la ciudad, y de dos a la que vive en el campo; incumplir esta norma conlleva multas y penalizaciones.  Un papel muy importante en la política antinatalista de estos países es la celebración de Conferencias Mundiales sobre Población y Desarrollo organizadas por la ONU. En ellas las distintas confesiones se oponen al control de la natalidad.   Para otros el problema de la superpoblación es sólo económico, si el nivel de desarrollo de estos países fuera como el de los desarrollados, el comportamiento de la población sería también igual (poca natalidad y poca mortalidad). 


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